Una sombra inmensa surgió de la niebla, como si el propio mar hubiera dado vida a un espectro. No era un barco, sino su fantasma, una réplica etérea de un navío que alguna vez había surcado los mares con orgullo y propósito. Sus tripulantes, ya no eran hombres.
Técnica y medida: Dibujo hecho a punta fina pigma micron de color sepia sobre papel Bristol (Din A3-29,7 cm x 42 cm)